Luego llegué a un cruce llamado "cruce Boqueron", una vez que hube ido al sanitario, le pregunté a un empleado que ví si había algún problema en preguntar por algún transporte a lo que me respondió que ninguno y acto seguido me preguntó si había almorzado y si le permitía inviarme a hacerlo. La proposisión me dejó un tanto estupefacto y le respondí con un tímido sí. Me dijeron el menú y me decidí por un "Borí de carne" (comida típica del Paraguay). Luego de almorzar me fuí a la playa para preguntar por pasaje
Era ya la tarde cuando conseguí un camión que transportaba arena y me llevaría en la caja con la carga pero eso no importaba, ya que me acercaría hasta Loma plata (un trecho bastante largo). En ese trayecto comprobé lo que había leído en alguna parte que en caso de una tormenta de arena lo único por hacer es taparse y esperar que termine. Así que me calcé los auriculares y con la campera hasta la corinilla esperé hasta que frenó.
Llegué a un parador en el cruce este de loma Plata donde pude comprar un poco de pan y un picadillo. Luego de comer la mujer del lugar se apareció con un tazón de café caliente que me reconfortó el alma. Luego armé la carpa en el frente del local, y me despedí hasta el otro día.
1 comentario:
La mejor experiencia es la de conocer gente que te lleva a pensar que no todos son iguales.
El hecho que te asombró: que le "permitieras invitarte a almorzar" indica la humildad que tienen.
Eso es el tesoro mas preciado, ya que no tiene valor.
La soberbia tampoco tiene valor...
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